Recuerdo que cuando empecé a incursionar en el trabajo fue a los 9 años que mi mamá me llevaba a cuidar los hijos de la modista del barrio que tenias pocos años...
Luego atendí el almacén y no me dejaron ir más porque me comía los yogurts, ya para cuando cumplí 12 mis padres se separaron y opté por la rebeldía de no estudiar y mi mamá me llevó a trabajar a Capital en casas de familia... todo fue enseñanza para mi hasta que a los 16 esperaba mi primer hijo y a la fuerza hubo que madurar en el año 85.
Desde entonces, primero en una gestoría, luego hice promociones en la Rural para Coty e Ives Saint Laurent, luego de recepcionista en Radio Mitre en Capital (que viajaba en tren y volvía muy tarde de noche), hasta que con el nacimiento de mi segunda hija a los 18 en el año 88 me quedé a trabajar en Pilar.
Comencé en Cargill en el año 90 en recepción y luego en finanzas, hasta que me enamoré y ambos no podíamos estar en la misma empresa, me fui y comencé a trabajar en Ilva en el Parque Industrial y duré poco porque recuerdo que cuando un ingeniero me pedía una llamada me decía malas palabras (hasta me resultaba gracioso al principio) pero un día no me callé y me tuve que ir. En el año 94 ingresé a Editorial Antártica que era chilena en el área de recepción y pasé a finanzas, hasta que hubo una reestructuración y lo compró Quebecor que era Canadiense. Uno de los Gerentes nuevos pedía que yo no le hable en inglés porque obviamente no me entendía.
Empecé a trabajar en una española llamada Campo Austral, en finanzas y hacía horarios muy largos por un sueldo muy acotado hasta que ví un anuncio para Kelloggs y fui a 4 entrevistas para el área de finanzas y quedé.
Estaba feliz y realizada, pero a mis 35 años volví a la maternidad y Kelloggs cerraba su producción en Argentina. En paralelo había creado un grupo de apoyo de Mujeres asistentes administrativas y secretarias.
Sacamos la personería jurídica y fui su Presidenta durante un período, pero logramos muchas acciones y acuerdos con empresas y hoteles.
Con este Know How y con una panza de 8 meses me decidí a emprender mi propio proyecto, una consultora de Recursos humanos y relaciones públicas llamada Contactos y Negocios en el año 2004 que aún sigue funcionando.
Con idas y vueltas, al año y medio nace mi cuarta hija y en el año 2010 decido emprender mi vida sola con mis peques. Tenía un cliente al que le tercerizaba servicios y con ellos vuelvo a la relación de dependencia e ingreso en el área comercial de Cesvi Argentina hasta el año 2014 que hubo una gran reestructuración con Mapfre.
Desde el año 2010 también pertenecía la Camara de comercio de Pilar y trabaja at honorem con los demás socios. Creé la Comisión de Mujeres e inauguramos Mujeres Empresarias de Pilar en la Federación Económica de Buenos Aires.
Continuaba con mi consultora on line y un hobby que había creado en el año 2012, Emprender en Femenino para dar apoyo a Mujeres Emprendedoras, tanto en redes sociales como en la radio.
Un cliente toma mis servicios de comunicación en el Parque Industrial Pilar, el Consorcio de Propietarios donde se administran las expensas, interactuando con las empresas y el público externo.
Cuando asume Macri, por mis antecendetes laborales y representación local, me llaman de la Municipalidad de Pilar, un lindo desafío y lo tomé como asesora externa medio día, para atención al inversor. Fue muy buena experiencia, luego me ofrecen una dirección de circuitos comerciales a cielo abierto donde interactuamos mucho con cámaras locales, cooperativas, entidades como Feba y Came y gobierno provincial y nacional y dejé mi proyecto de la radio y la consultora sólo on line para seguir ayudando y en las redes sociales, pero di de baja todo. Finalmente como había creado la mesa de apoyo al emprendedor local me ofrecen coordinar el club de emprendedores y empleo joven de la Municipalidad y pusimos manos a la obra junto con una Directora nueva. Pero sentía que estaba desperdiciada, que había un proyecto por el cual había luchado muchos años y lo estaba abandonando y simplemente por convicción renuncié y dejé la zona de confort con un buen sueldo.
Mi puesto me daba abrigo, un tiempo me hacía sentir segura porque me metía hasta que conocía todos esos ambientes de los que me sentí parte y en donde estaba totalmente a gusto hasta que me tenía que ir a otra área. Pero eso mismo eso que me hacía tan bien, que me hacía sentir protegida también me causaba daño al no poder continuar con mi gestión por los cambios. Acomodarse significa estancarse, no buscar nuevos estímulos, nuevos retos deja grietas y decidí sufrir por mis proyectos y me lancé.
Hoy tengo mi oficina dentro del Parque Industrial Pilar, y ya se que hay meses en los que voy a facturar y otros que no, y que indefectiblemente los costos fijos caerán, pero también sé que no hay satisfacción mayor que la de emprender, relacionarte, ayudar y potenciar a los demás. Empoderar, compartir y luchar.
Va a ser difícil en un contexto económico hostil, pero no imposible, porque quienes me conocen, me han apoyado, me han dado trabajo, hemos quedado conectados y cuando puedo nos vemos y nos apoyamos mutuamente.
Lo que es mejor, se que hace cada uno, los sigo a mis ex compañeros, los tengo en LindedIn en Plaxo, les envío news y los mantengo conectados, y hoy puedo asesorar a quien lo necesite en temas de gestoría para inversores, contactos con cámaras, cooperativas, temas de emprendedorismo y habilitaciones de comercio porque estuve en cada área de la secretaría de desarrollo económico articulando con otras secretarías y aprendí que nada es imposible con buena onda y mucha voluntad.
Donde me veo en un año? Disfrutando la posibilidad que hoy tengo de emprender porque soy una #MujerEmprendedora y me atrevo a soñar con casi 50 años...
Escribime!!! evagonza@gmail.com
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